27 de diciembre de 2014

Trescientos sesenta y varios días

Apareciste de milagro y casualidad en mi vida
con tu característico disimulo,
sin hacer ruido,
hasta que ya fue tarde para que me diera cuenta
de tu presencia bajo mi pecho.
Trescientos sesenta y dos días
cuento desde que sacudiste
mi corazón por primera vez.
Fíjate que narro nuestra historia en pasado
porque tú decidiste no formar un futuro,
ni tan siquiera darnos un presente.
Trescientos sesenta y tres días;
he soñado que volvías
y ahora la realidad me sabe a poco.
Invadiste cada parte de mí
enseñándome que ya no podía ser sin ti,
que no podía hablar
sin que te colaras en cada una de mis palabras.
Trescientos sesenta y cuatro días;
ha pasado mucho
desde la primera sonrisa que me robaste.
Y ahora que no sé ser sin ti,
que te has ido,
que mi realidad me sabe a poco,
que no volverás,
dime, ¿cómo hago para continuar?
Trescientos sesenta y varios días;
he perdido la cuenta
desde que habitas mi corazón.



(Un año.)

No hay comentarios:

Publicar un comentario