9 de enero de 2014

Una espera (casi) eterna.

Te escribo, esperando que me leas.
Te quiero, soñando con que tú lo hagas.
Y te vuelvo a escribir, esperándote.
Te espero, en aquel lugar donde solíamos estar.
Y estoy, justo donde me debo hallar,
y vuelvo a caer, esperándote.
Mientras espero, no me paro de preguntar
"¿Algún día volverás?".
Porque, quizás solo puedo hallarme esperándote.
Esperándote pasan los días, como el mar,
como las olas.
Porque te esperaré hasta que vuelvas,
a mi vida, para volverte a amar.

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