El tiempo nos lo robamos nosotros mismos
a grito de "¡no tengo tiempo!"
y que poca verdad esto tiene lo sabemos,
al final nosotros somos nuestro mayor contratiempo.
Y a hablar dispuestos,
¿no sería mejor disfrutar,
vivir, querer, amar?
¿Tan solo dejarse llevar?
Porque suena bien dejarse llevar,
disponernos
a las manos del azar,
dejarnos
ser sin miramientos algunos.
Así que, permítame decir
(o siquiera sugerir):
¿le gustaría mecerse en el tiempo,
colgarse en sus antiguos y lánguidos brazos?
Y solo el tiempo parece poseer
el poder de nuestras propias vidas.
16 de agosto de 2014
(Como sugerencia.)
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