Y le olvidé,
como quién olvida qué día es
absorbido en la rutina
de los lugares
y la monotonía.
Y le reconstruí
en todos y cada uno de los recuerdos
(nuestros)
y en su formar de recorrer mi piel.
Y le volví a olvidar
y luego a amar,
e incluso odiar
(todo por él
fue un caos).
Y le recordé,
tal y como es,
(o eso creía)
con su tímida sonrisa,
sus brazos fuertes
y sus descontados hoyuelos.
Y le olvidé,
olvidándole terminé;
demasiado dolor,
decía.
Y le olvidé
y no quiero recordar.
5 de agosto de 2014
Recuerdos olvidados
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Tomémonos un momento para releer este texto tan maravilloso de una escritora azul preciosa.
ResponderEliminarOh, habló la más preciosa de todas.
Eliminar