18 de febrero de 2014

La respuesta del choque.

Una explosión.
Dos corazones.
Pero solo herido un corazón.
Antes de tu huida, antes de todo, fue el choque, y con el choque, el accidente. El choque fue tu entrada en mi vida, como una colisión en la que explotan sentimientos. El choque, fue la respuesta de mis sentimientos hacía ti.
La respuesta del choque, en cambio, fue decirte lo que sentía. Y no obtener ninguna respuesta.
La respuesta del choque, eran tus sentimientos ocultos.
"No sé", respondías, y aún sigo esperando.
Pero esta vez, los "no sé" estaban enmascarados con una inminente huida. La tuya, la mía. O la de nuestros corazones.
Un adiós teñido.
Un "no quiero olvidar".
Y tu huida.
Llegó el choque final, enmascarado de dolor, para azotar a mi corazón.
Tú, comenzabas a alejarte, yo comenzaba a encerrarme.
La respuesta del choque acabó en lágrimas, por tu huida.
La respuesta del choque se convirtió en mi tortura.
"No quiero olvidar", sentencié, a mi corazón.
"Lo siento", te disculpabas, tiñéndolo, porque era un adiós.


Un recuerdo.
Un roto corazón.
Y un regreso.

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